En un brunch de lágrimas

El domingo, vino Mumi a casa. Yo preparé un brunch, que es lo habitual en domingo (al menos en mi vida). Mumi es una de mis amigas y tiene desde siempre un carácter afable pero tozudo. Ella escucha consejos, te da la razón, asiente, pero... hace todo lo contrario o mejor dicho, lo que le parece. Si, ya sé, todos hacemos lo que nos parece. Eso es verdad. Pero cuando la realidad te da golpes en tu cara, en tu orgullo, en tu autoestima, hay un quiebre en el que te decís, tengo que parar de ir contra la corriente. Mumi hace cuatro años que vive, convive o malvive, según se mire, con L. un personaje que la trae de cabeza. Que nos trae de cabeza, porque todo el grupo amigo, es su paño de lágrimas. L. visto desde afuera es encantador, desde adentro la cosa cambia. Recuerdo a mi amiga llena de inquietudes, no demasiado vibrante pero entusiasta, estudió derecho y le va bien en su profesión. Actualmente es una persona apagada, casi rozando lo opaco. Es que L. se encargó de quitarle una a una las ganas, las alegrías. Desde que lo conoció fue barranca abajo, no hubo manera de hacerle ver lo dañino de esa relación. Ya llevan cuatro años de amor desamorado, broncas, llantos, gritos, vuelta a empezar, como en un loop malo. Hace tres meses L. le dijo a Mumi que se iba de la casa porque estaba cansado de ella, que quiere otra vida. Sin ella. Quiere conocer gente nueva, tal vez encarar a otras minas para saber que todavía es atractivo. Y como colofón, le dijo que al lado de ella, él se marchita. Jajaja!!! Él se marchita!!! Si Mumi parece la sombra de sí misma!!! Que hijo de perra rematado. Cuando pasó eso, vino a casa llorando a mares, no había manera de calmarla, no entendía razones y fue muy complicado calmarla. Estos tres meses de no comunicarse, le están costando mucho. Pero confiando una vez mas en la preservación de sí misma, no le toco el tema demasiado. Por eso, cuando el domingo, me soltó casi en un susurro -Anoche me vi con L. Se me cayó el alma al suelo. -Pero, vos sos boluda o que te pasa? Se quedó encogida, creo que no esperaba mi reacción ... -Y que significa que se vieron? Pausa larga. -Me llamó, cenamos y al final terminamos en la cama, me contesta la muy tonta. -Vos te das cuenta de que este tipo es una mierda, no? Te llama cuando a él se le antoja o cuando está caliente y no tiene a nadie mas. Lloró en silencio y yo me quedé callada, porque me dio pena verla tan desarmada, tan sin rumbo. Al rato le pregunté como habían quedado y me dijo que igual. Ya no tengo argumentos para explicarle como a una nena, punto por punto, porque no le conviene esta relación. Comimos, hablamos de otras cosas, pero LA COSA siguió ahí en medio. Momento incómodo. Después de tomar el té, se fué. Me quedé pensando en Mumi, como éramos y como solemos ser ahora. En porqué una mujer profesional, culta, atractiva sin ser hermosa, puede ser tan frágil que decide, por su propia mano, entregarse a una persona que no la merece. No encontré una respuesta válida. Será una incógnita mas de mis amigas. Esta vez, no quiero descodificar.