Me está sucediendo algo muy raro. Estoy confusa y un poco enojada, bah, no llega a ser un enojo profundo pero me siento extraña. Resulta que ayer me tenía que encontrar con un grupo de clientes para ver unos temas de diseño, por si no lo conté antes, yo me dedico a publicidad. Es lo que estudié en la Facultad y lo que me gusta hacer. Así que, tenía esta reunión y uno de los integrantes de ese grupo propuso que en vez de reunirnos al mediodía, fuéramos a cenar. Estar en Barcelona con gente de aquí y que te lleven a cenar a lugares poco turísticos es un plus. Bueno, que al final quedamos para cenar. Yo fui con Ellie que también participa del proyecto, así que, llegamos al lugar con nuestra habitual puntualidad. Tomamos taxi porque a la vuelta nos traían. Muy lindo el sitio. Cerca de Sitges, a orillas del mar, tan cerca del mar que pequeñas gotas de agua nos salpicaban durante la comida. Mesas muy bien tendidas, linda mantelería, lindos platos, lindas copas, lindos porta-velas, lindo todo. Del menú no voy a comentar porque también era lindo, largo, porque aquí se come mucho!!! Tomamos muy buen cava, me cuesta llamar así al champagne, pero en Cataluña se llama de esa manera. La cena fue genial, los clientes muy amables y la charla animada. Fuimos conversando de todo un poco, de la situación económica, de la crisis, opinando de forma distinta en ese tema, porque en España confunden esta crisis con el corralito de Argentina y no se parece en nada. En fin, que de política y religión no se debe hablar en una reunión, pero como lo laboral entraña lo monetario era inevitable caer en el tema. Y como estoy contando, todo lo de la cena marchó perfecto. Arreglamos para reunirnos otra vez al día siguiente y llegó la hora de irnos. Fuimos caminando hasta el estacionamiento y vieron cuando hay confusión a la hora de subirse a los autos? Bueno, como yo me hospedo en un hotel cerca del mar en Barcelona y Ellie vive en otra zona, unos le dijeron que la alcanzaban y así fue como quedamos una en un auto y la otra en otro, obviamente. Autos deportivos, me tocó ir atrás en un BMW junto a una chica del grupo y al cliente que había propuesto la cena que se llama R. Entré al auto y no se de que forma pero R. quedó en el medio. Arrancó el auto y en una curva al volver a acomodar mi cuerpo siento la mano de R. debajo del culo. Así como lo digo, con la palma de la mano hacia arriba y apoyada en mi noble nalga derecha. Una mano quieta pero presente!!! Lo miré de reojo y el tipo como si nada, charlando con los de adelante, pero la mano seguía ahí. Un momento complicado, porque es un cliente y si lo encaraba, no sé ... ganas de darle una patada no me faltaron, pero pensaba todo el tiempo en no pudrir la relación laboral. Cuestión que el tipo no se dio por enterado, me dejó la mano de recuerdo en mi culo durante todo el viaje, que no fue muy largo pero para mi duró horas. Cuando llegamos a mi hotel, todos se bajaron para saludarme y el muy caradura también. Tiene una sonrisita perversa, no es viejo y no está nada mal. Nos saludamos y yo entré al hotel. Estaba tan nerviosa que me tuve que ir a caminar un rato. No lo podía creer!!! Me sentía entre confundida y ofendida, pero a la vez me parecía una boludez sentirme así por una mano que fue casi inofensiva, solo porque parecía un objeto inanimado, pero la mano en cuestión estuvo en mi culo. Además en un momento me largué a reír, porque la verdad, ya tengo una edad como para no asombrarme tanto y así fue como llegué a la conclusión de que estaba desconcertada, ya que, no entiendo el fin de aquella mano. Es una manera que tienen los catalanes de ir hacia el objetivo? Fue una forma de hacerme sentir incómoda para manipular las negociaciones posteriores? Todo puede ser. Volví al hotel y me dormí enseguida porque estaba muy cansada. Hoy me despertó el teléfono, era Ellie, para comentarme que R. la había llamado para decirle que estaba encantado de como van las cosas!!! -Me dijo que está feliz con tu experiencia y que todo va a ir sobre ruedas!!! Ja ja ja, es tremendo este tipo. No tiene límites. Yo por amor propio no le conté nada a Ellie. Así que ahora estoy esperando el llamado de la secretaria de R. para acordar horario de encuentro con él. Porque, sí señores, será solo con él, no con todo el grupo, es lógico ya que va a ser R. quien decida lo que vamos a hacer. Miro el teléfono que en cualquier momento suena y no voy a poder dar ninguna excusa para no reunirme.
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