miércoles, 17 de octubre de 2012

Maravillosa diversión

Que curiosa es la vida a veces!!! Ayer iba en un taxi por Recoleta, mirando por la ventanilla con esa mirada vaga que uno tiene cuando está aburrido, y de pronto, ahí estaba G.!!! Era él, mas viejo claro, pero él. Tantos recuerdos vinieron en galope a mi presente!!! G. fue mi profesor de Química en el College, hace de eso una pila de años. Y empecé a recordar que yo tendría 15 años, cuando un buen día él apareció en clase, tendría unos 27 años y era muy fachero. Me imagino lo que debe ser a esa edad enfrentarte a 30 bestias adolescentes y hago un mea culpa. Es que, durante unos cuantos meses, Alice y yo lo tuvimos a mal traer. Nunca me gustó sentarme en el primer banco, y no por temor a que me llamaran a dar lección (ya que siempre tuve un promedio excelente), sino porque me gustaba mas hacer un poco de lío y eso pasaba de la mitad hacia atrás, nunca en el primer banco. 
Pero los días en que había Química, Alice y yo, nos instalábamos en el primer banco, con los uniformes estilo minifalda y cruzábamos y des-cruzábamos las piernas todo el tiempo. Debo aclarar que Alice era una muñeca hermosa de ojos verdes y yo siempre tuve muy buenas piernas. El pobre G. trataba de no mirarnos pero se le hacía muy complicado. Para colmo, no podía reprendernos porque siempre sabíamos sobre el tema que estaba hablando y si nos hacía una pregunta, la contestábamos bien. Eramos dos malvadas pero ese jueguito nos divertía muchísimo. Me acuerdo que no conformes con lo del cruce de piernas, lo mirábamos fijamente chupando nuestras lapiceras, en un gesto entre distraído e intencionado. Hasta llegó a morder una tiza el pobre G.
Todo el encanto de este jueguito se terminó el día en que G. no vino más y en su lugar vino un viejo barbudo con el que no nos dio la gana jugar. Las clases de Química pasaron a ser de lo mas aburridas y así siguieron siendo hasta el fin del College.
Sentí nostalgia ayer cuando lo vi. Por todo. Por esos momentos divertidos, por los tiempos lejanos y por esas horas maravillosas que ya no vuelven. 

1 comentario:

  1. Hola linda!!!
    Que recuerdos!!! Me parece que nuestra generación tenía esa manía por hacerle la vida imposible a los profesores. Una diversión barata que nos hacía las horas menos tediosas. Pobres docentes!!! Por suerte ahora hacemos otras diabluras un poco mas adultas.
    Besos y que sigas bien.
    Lady Attic
    http://www.theatticpro.net

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